El viernes 30 de junio celebramos un claustro final de curso lleno de significado y unión. Durante toda la mañana tuvimos la oportunidad de vivir diferentes momentos: oración conjunta, reflexión personal y de equipo, compartir desde el sentido de comunidad… Culminamos la jornada con una experiencia muy especial: la creación de nuestro propio pan, conectando con la consciencia de nuestras manos. Esto nos llevó a reflexionar sobre lo que comunicamos y transmitimos en nuestra vida a través de nuestras acciones y gestos. Nos preguntamos: ¿Qué comunicamos con las manos? ¿Qué transmitimos en nuestra vida? Y, de manera más profunda, ¿eres tú levadura para los demás?
Gracias a todos por su participación y por hacer de este día una experiencia inolvidable. Sigamos adelante, siempre mirando más allá y recordando que juntos somos más fuertes.
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