El taller de decoración organizado por el equipo de Infantil se convirtió en un emotivo encuentro donde padres, madres y profesores se unieron para embellecer los espacios comunes. Guiados por el espíritu primaveral, cada familia aportó toda su creatividad, utilizando diversos materiales para dar forma a flores, mariposas, pájaros y otros elementos representativos de la estación. No solo fue una oportunidad para expresar creatividad, sino también para fortalecer los lazos entre las familias y la comunidad escolar, creando un ambiente de colaboración que trascendió la mera tarea decorativa.

El taller estuvo impregnado de un sentido de comunidad palpable, con las familias compartiendo risas, conversaciones y momentos de complicidad mientras daban forma a sus creaciones. El impacto de esta experiencia trascendió los límites físicos de la escuela, y seguro que se sumará a la memoria de todos los involucrados.

Al adentrarse en la escuela al día siguiente, el alumnado fue recibido por una transformación sorprendente: pasillos y cristaleras decoradas con una explosión de color y vida que inspiraba asombro y alegría.  Esta iniciativa no solo embelleció el entorno educativo, sino que también demostró el poder transformador de la colaboración entre la escuela y las familias.