Hace mucho tiempo, San Juan Bautista de La Salle sintió una llamada muy especial: “dedicarle a las escuelas su vida, aunque tuviera que vivir sólo de pan”. Por ello, en el mes de febrero celebramos La Semana Vocacional. En esta ocasión, hemos puesto el acento en la dimensión de la “llamada” que tiene toda vocación. En la “Reflexión de la mañana” de cada día hemos escuchado diferentes testimonios respondiendo a la pregunta: ¿qué es la vocación para mí y qué personas me han ayudado en el camino?  Esto nos ha permitido darnos cuenta de que toda misión que realizamos es fruto de una vocación. Para profundizar más sobre el tema, el alumnado de Infantil y Primaria ha realizado una dinámica enfocada a reconocer quién forma parte de la llamada vocacional en sus vidas, ayudándoles a crecer y florecer. Por otro lado, el alumnado de Secundaria ha aprendido a escuchar la llamada certera entre tantas llamadas, reconociendo a las personas que les ayudan a discernir y elegir el buen camino. Seamos nosotros esas personas que ayudan a crecer a nuestros niños y seamos capaces de  ver lo especial que cada uno lleva dentro, para que poco a poco puedan encontrar su verdadera vocación.