La Navidad es una de las épocas del año que lleva en su ADN el valor de la unidad. Por eso, este año, hemos querido que nuestros alumnos de ESO, vivieran de forma especial este valor tan importante.

El pasado viernes 15 de diciembre, todo el alumnado capitaneados por sus tutores se pusieron manos a la obra para hacer realidad un sueño: que nuestras clases se transformaran por unos días en lugares que supieran a Navidad.

Trenes, belenes, estrellas, árboles… fueron poco a poco naciendo en todos y cada uno de los rincones de nuestras clases. Lo impensable se hizo realidad con el trabajo, la colaboración y el interés de nuestro alumnado. No crean que esto fue improvisado y realizado de cualquier manera; cada clase dedicó un tiempo a planificarse, prever materiales, buscar imágenes para reproducir y en pensar cómo soñaban el lugar que deberían transformar.

Y sí, conseguir lo conseguimos, porque todos vivimos una jornada entrañable, repleta de ilusión, risas, música y compañerismo. Naturalmente que el resultado del trabajo es importante, pero no cabe duda, que lo que forja la unidad, lo que hace que la Navidad sea significativa es aprovechar estos espacios para compartirlos con aquellos que queremos y así se conviertan en nuestra otra gran familia. Este es nuestro gran regalo, a través del mismo, seguimos haciendo realidad que, JESÚS VIVE EN NUESTROS CORAZONES.